¿EXISTE ALGO PEOR QUE UNA CONVERSACIÓN DIFÍCIL? SÍ, EVITARLA.

Hay algo seguro para los líderes: tendrán conversaciones difíciles. Y la eficacia de su gestión estará medida en gran manera por la capacidad que tengan para resolver situaciones complejas en momentos de mucha tensión. Aquí te dejo unos tips que te ayudarán a abordar conversaciones complicadas:

No la postergues más

Las conversaciones difíciles no surgen de pronto. Por lo general les precede un ambiente hostil, miradas inquisidoras y hasta comentarios incómodos. No le des largas al asunto si quieres bajar la tensión y siéntate a hablar.

Prepárate

Como te comenté en el punto anterior, las conversaciones difíciles rara vez llegan de sorpresa, así que puedes prepararte para afrontar una. Antes de reunirte con los implicados en la situación, practica lo que dirás; elige bien las palabras a decir y, si es posible, ensaya frente a un espejo y toma apuntes de las ideas más importantes que debes abordar en la conversación. Asegúrate de elegir bien las palabras y cuidar los gestos sin que esto implique disfrazar lo que sientes o minimizar tu opinión al respecto.

No es un monólogo

Sí, es importante que practiques lo que dirás, pero recuerda que no se trata de un monólogo y tu interlocutor también debe tener una participación, por lo cual la conversación posiblemente tome otra vía. Sé flexible, paciente y abierto a lo que él tiene que decir. Si vas con actitud de francotirador y empiezas a disparar y disparar, sin escuchar lo que tiene que decir el otro, la conversación fracasó antes de iniciar.

Escucha

Más allá si tienes la razón o no, escucha. Un buen líder tiene la capacidad de escuchar a su equipo, porque sabe que es la mejor forma de entender qué está pasando y qué se puede mejorar. Recuerda algo: si siempre ganas en todas tus discusiones, posiblemente estés perdiendo en todas tus relaciones. Escucha y no minimices la percepción del otro.

Lento para hablar, rápido para escuchar

No te apresures a sacar juicios y conclusiones sin información suficiente. Bájale un poco al palabrerío y escucha. Haz todas las preguntas que creas necesarias para tener el máximo de información posible. Evita creerte el dueño de la verdad.

Recuerda que el éxito de tu liderazgo y de la vida misma es equivalente al éxito en las relaciones interpersonales, así que saber abordar conversaciones difíciles es vital para mantener vínculos sanos.  Pon en práctica estos consejos y cuéntame cómo te va.

 

 

Fuente: Jürgen Klarić

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