
AL ESTAR AISLADOS ENTENDEMOS LA IMPORTANCIA DE LAS RELACIONES SOCIALES
He pasado, como todos, más de dos meses y medio en casa, saliendo solo para lo necesario pero, por suerte, no en soledad. Mi nuera y mi hijo, que viven en Madrid, me quisieron en su casa. Me considero afortunado por tener su amor y poder tener la ocasión de amarles más de cerca. Estaba acostumbrado a salir todos los días, a tener reuniones, encuentros con personas interesantísimas, entrevistas sobre distintos temas… Pasaba los fines de semana en Milán con mi mujer y mis pasiones a dos y cuatro ruedas; o en Londres, con mi nuera, mi hijo y mis nietos; o las muchas cenas de amigos en los días madrileños… No puedo hacer lo que hacía, pero, como he dicho, soy afortunado porque estoy bien, en casa de mi hijo y mi nuera disfrutando de su compañía. En estos días he pensado y pienso en los familares que no tengo cerca, en los amigos y sus familias. He